La Corte de Apelaciones de Chillán lamentó lo ocurrido en el caso de la jueza que llegó a un juzgado a trabajar junto a su mascota, mientras que la Asociación de Magistrados estimó que la conducta no se condice con la dignidad del cargo.

A través de una declaración pública, los ministros de la Corte de Apelaciones de Chillán se pronunciaron sobre el caso de la jueza Karina Luna, quien durante una suplencia en el Juzgado de Garantía de Bulnes apareció con su perrita poodle, de nombre Fosforita, en el estrado del tribunal.

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“Lamentamos lo sucedido, puesto que se trata de una situación que no es acorde al comportamiento que un juez de la República debe tener, puesto que el estrado es la representación de la Justicia y nada puede afectar ese sentido”, se indica en el comunicado enviado por el tribunal de alzada.

En la misma línea se manifestó la Asociación Regional de Magistrados, cuya presidenta, Margarita Sanhueza, subrayó que la conducta de la jueza Luna, quien no es miembro de la agrupación, se aparta de la dignidad que tiene el cargo.

La magistrada Luna es titular del Juzgado de Letras de Tomé, cuyo superior es la Corte de Apelaciones de Concepción, que hasta ahora ha optado por no referirse al caso, no obstante Radio Bío Bío conoció que se sabía de la presencia de la mascota en el tribunal.

Habría sido la propia jueza quien informó a la Corte que llegaba al juzgado junto a su perrita por prescripción médica, lo que no fue cuestionado por sus superiores.

Al respecto consultamos a la presidenta de los magistrados, expresando que la compañía de la mascota como terapia no era argumento.

Según han indicado fuentes de tribunales, la presencia de la perrita en el Juzgado de Tomé ha obligado en el pasado a suspender audiencias y habría sido a partir de esas situaciones que la magistrada Karina Luna debió explicar la situación a la Corte de Apelaciones de Concepción.