Los dos más altos responsables del Regimiento de Chillán en 1973 fueron procesados por la desaparición de un funcionario de Indap durante el gobierno de Salvador Allende, tras su detención días después del golpe de Estado. Los exmiembros del Ejército permanecen detenidos en Concepción a la espera que la Corte de Apelaciones revise la libertad bajo fianza otorgada.

La resolución fue confirmada por el ministro para causas por violación de derechos humanos, Carlos Aldana, un día después que realizara la reconstitución de escena en la unidad militar desde la cual desapareció Reinaldo Jeldres.

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Si bien eran tres los inculpados en la causa -Abel Arellano, Guillermo Toro y Manuel Morales-, sólo los dos primeros fueron encausados, mientras que el tercero fue liberado de los cargos que pesaban sobre él, precisó el magistrado.

El ministro Aldana explicó que se había recabado antecedentes que probaban que Arellano fue quien ordenó la detención del militante del MAPU, mientras que en el caso de Toro Dávila, de 89 años de edad y padre del actual jefe de la Onemi, Ricardo Toro, éste reconoció a la esposa de Jeldres su ejecución, cuando María Teresa Ferrada concurrió al Regimiento de Chillán el 23 de septiembre de 1973.

Arellano y Toro apelaron de los procesamientos tras ser notificados este viernes, siendo informados al mismo tiempo de la decisión del ministro en visita de otorgarles la libertad -previo pago de una fianza de $300.000-, aunque esto último deberá ser confirmado por la Corte de Apelaciones de Concepción.

Ambos permanecen detenidos en el Regimiento Chacabuco de Concepción, a la espera de que el tribunal de alzada revise su caso, lo que probablemente ocurrirá el lunes.