Con los alegatos de apertura de la defensa y del Ministerio Público partió el juicio por el caso de Sandra Vergara, la mujer que en octubre de 2015 murió al caer de un microbús en Talcahuano. luego de que el conductor abriera la puerta de la máquina y la víctima azotara su cabeza con el pavimento.
Fernando Irribarra, el chofer de la línea Mi Expreso, está acusado del delito de homicidio, al imputarle la Fiscalía un acto doloso, por lo que está pidiendo una pena de 10 años y 1 día de cárcel.
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El formalizado partió la audiencia asegurando que su conducta nunca tuvo por objetivo causar la muerte de Sandra Vergara, de 51 años, luego de enfrascarse con ella en una discusión al molestarse ésta porque -tras exhibir un pase escolar- el chofer le solicitó su carné de identidad para verificar la veracidad del documento.
Sin embargo, el fiscal Julián Muñoz aseguró que durante la investigación se recopiló una serie de pruebas que demostrarán que la conducta de Irribarra, de 56 años de edad, fue efectivamente dolosa.
Por su parte, la defensa, a cargo del abogado Mauricio Massa, aseguró que el conductor no se percató que la mujer estaba en la pisadera al momento de abrir la puerta de la máquina, lo que -a su parecer- quedará acreditado durante el juicio.
Se espera que el proceso se extienda por al menos una semana, ante la veintena de testigos citados a declarar por la Fiscalía y la defensa, tras lo cual los jueces se pronunciarán sobre la pena que pide el Ministerio Público para el conductor.
El acusado permaneció en prisión preventiva por alrededor de nueve meses, para comenzar en julio del año pasado a cumplir arresto domiciliario, medida cautelar que fue rebajada en intensidad en febrero pasado y sustituida por la firma semanal, lo que se mantiene hasta hoy.
