Con una salida alternativa terminará la investigación contra seis gendarmes que el año pasado propinaron una feroz golpiza a presos de la cárcel de Chillán y que habían sido formalizados por apremios ilegítimos, en tanto, el sumario se cerraría con una suspensión temporal del cargo.

El caso fue abierto en marzo de 2016, cuando se conoció el video que registró los maltratos físicos y sicológicos de los que fueron victimas los internos Juan Carlos Vaccaro, Jonathan Contreras y Pablo Zambrano, lo que derivó en la formalización de los efectivos en enero.

Sin embargo, la investigación no llegará a juicio oral al estar en análisis una suspensión del procedimiento, lo que fue confirmado por el dirigente de la Asociación de Funcionarios Penitenciarios, Cristian Montecinos, quien precisó que el acuerdo obligaría a una serie de condiciones a los gendarmes imputados.

Montecinos indicó que la suspensión condicional se concretaría antes de fin de mes, coincidiendo con el fin del sumario interno contra los funcionarios formalizados.

La investigación administrativa fue reabierta tras la petición de una serie de diligencias por parte de la defensa de los gendarmes, por lo que el dirigente gremial espera que la destitución dispuesta hace un tiempo no se concrete.

Si se acoge la rebaja esperada respecto de la sanción máxima, los funcionarios penitenciarios sufrirían la separación del cargo durante un lapso de tres meses y el pago de entre el 30% y el 50% del sueldo durante ese período, lo que junto a la salida alternativa en la causa penal permitiría a los seis gendarmes seguir sus funciones en el organismo penitenciario.