El seremi de Obras Públicas René Carvajal, afirmó que -tras una exhaustiva revisión- se comprobó que no es efectivo que se hubiesen retirado barreras divisorias en la autopista del Itata. Esto, luego de que el Gobierno le solicitara hace unas semanas a la Dirección de Concesiones habilitar esta medida de seguridad, pero no ha habido acuerdo.

El accidente que costó la vida a un matrimonio y uno de sus hijos tras colisionar frontalmente con un camión, puso en la discusión la seguridad del camino, que tiene vallas divisorias sólo en algunos tramos.

En ese contexto, desde el Ejecutivo solicitaron al MOP un informe sobre las condiciones de la ruta. Algunas voces aportaron al debate asegurando que la empresa constructora, la mexicana Tribasa, había instalado barreras en toda la extensión, pero luego las retiró, pues las necesitó para otro de sus proyectos.

Respecto al presunto traslado de las vallas, el seremi Carvajal dijo que “no hay ningún antecedente en el Ministerio (de Obras públicas) y en Concesiones que eso haya sido así”.

“Eso es una información falsa”, apuntó.

De este modo, Carvajal se alineó con el Gobierno, afirmando que coincide en la necesidad de contar con estos elementos -pese a haberse mostrado contrario a la medida en primera instancia- e informó que junto con el intendente realizaron la petición formal a Concesiones, pero lamentablemente la respuesta no ha sido favorable.

En efecto, el titular de Obras Públicas en la zona señaló en ese momento que “tenemos que ser precisos en señalar que la causa de los accidentes no es la falta de barreras. La causa es que un conductor perdió la pista, se distrajo, algo pasó, y se pasó a la calzada contraria“.

En esa línea, el seremi aseveró que siguen las conversaciones, pero que “no hay acuerdo con la concesionaria”.

El año 2006 y al cumplirse ocho años de puesta en servicio, se anunció que la ruta sería sometida a un “lifting”para mejorar su seguridad, con 35 millones de dólares de inversión de parte del MOP.

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Entre los trabajos más importantes estaba justamente la instalación de barreras de hormigón tipo New Yersey en los 75 kilómetros que tiene la autopista. Así lo dijo en aquella oportunidad, el gerente general de la concesionaria, el mexicano Octavio Colmenares, destacando que sólo la mitad de la ruta tenía este tipo de protección, que evita choques frontales y virajes en U que son causa de accidentes.