Gremios de pescadores artesanales insisten con gestiones a nivel regional para obtener más cuota de sardina y anchoveta.

Esto, luego de que el viernes se reuniera el Comité Científico para escuchar nuevos antecedentes de los trabajadores y tras la cita en la Seremi de Economía de este lunes, en un intento más en la cruzada en que han estado por más de un mes para ampliar las toneladas de extracción permitidas.

Pedro Irigoyen, presidente del Sindicato de Armadores y Tripulantes de Talcahuano, fue invitado a la junta del viernes recién pasado, para exponer como representante técnico ante el Comité, para fundamentar las inconsistencias que acusan en la cuota asignada.

En ese sentido, el dirigente planteó -en base a informes del Ifop y Sernapesca- que la cuota de este año es menor, en proporción a la biomasa existente, que la otorgada el 2016.

De todos modos, Irigoyen aseguró que fue una “visita” en vano, pues no hubo debate ni votación.

Los reportes entregados en esta oportunidad complementaron un informe del investigador penquista Gustavo Aedo que ya habían hecho llegar a la subpesca para sustentar su petición de una cuota adicional.

En conversación con La Radio, sin embargo, el académico dijo que su estudio ha sido malinterpretado, que los artesanales carecen de un sustento técnico para plantearse frente a la autoridad, y explicó que nada de lo que señala es tajante en favor de la petición de más cuota.

El pasado 5 de mayo, el Gobierno anunció un 11% de aumento de la cuota de sardina, que se traduce en 22 mil 240 toneladas para la región del Bío Bío, lo que fue considerado irrisorio por los pescadores.

Insisten en que las cuotas no tienen lógica, fue más alta el 2016 cuando había escasez de recurso, no medía más de 8 centímetros y el fenómeno de El Niño mantenía duras condiciones ambientales. En cambio este año hay una cuota menor, cuando ha sido un año normal, el pescado mide 10 centímetros y hay abundancia desde Valparaíso a Los Lagos.