Como una anomalía y una situación irregular calificó el senador Alejandro Navarro el hecho de que el Puente Bicentenario, que tiene un 30 por ciento de avance en su construcción, no haya pasado por una evaluación ambiental.

Lo que plantea Navarro -y que la directora del centro Eula ya había advertido- resulta incomprensible, considerando que la edificación de otro viaducto sobre el río Bío Bío, el Puente Industrial, se encuentra paralizada justamente por estudios ambientales.

Es probable que la urgencia del proyecto, la necesidad de agilizar la conectividad entre San Pedro y Concepción, y la rápida disponilibidad de los recursos, hayan nublado la razón de todos los involucrados, que pasaron por alto esta exigencia.

En efecto, ninguno de los dos viaductos que se levantaron tras el terremoto y luego del desplome del antiguo Puente Viejo fue sometido a algún tipo de evaluación de su impacto al medio ambiente.

El senador Alejandro Navarro, señala que tiene previsto reunirse la próxima semana con representantes del MOP para conocer detalles de la obra y qué fue lo que pasó con los estudios que exige la ley.

El parlamentario visitó este viernes la faena del puente oriente, preocupado por la presencia aún de cimientos del Puente Viejo, que son visibles, sobre todo con bajo caudal.

Navarro recordó que la demolición de la estructura costó casi dos mil millones de pesos y que el 2011 la Contraloría advirtió que debían retirarse todos los restos antes de recepcionarse la obra, lo cual no ocurrió.

Asimismo, cuestionó que la misma empresa que no retiró las fundaciones, la constructora Víctor Valenzuela, subcontratada por Sacyr, sea la que hoy esté ejecutando las obras de enrocamiento del nuevo puente.

Con fotografías de los restos, tomadas con drones y que muestran los cimientos a lo largo de toda la línea que ocupaba el puente Viejo, el senador oficiará al órgano contralor para que vuelva a ordenar su retiro.

Tatiana Risso (RBB)
Tatiana Risso (RBB)