Precipitaciones y acumulación de nieve tienen que ver con el actual caudal del río Bío Bío, situación que tendrá un impacto directo en la intervención de esta fuente de agua para riego, aunque será marginal en lo que respecta su uso para procesos industriales, lo anterior de acuerdo a lo señalado la directora del Centro Eula Alejandra Stehr.

Son más de 20 años que el organismo viene monitoreando el brazo de agua, pero en una actividad que se circunscribe a la calidad del agua, la cual es solo una parte de las condiciones del río, contando con aristas hasta ahora desconocidas.

Un ejemplo de aquello, es la construcción de los puentes sobre el Bío Bío, ya que si bien al proyecto del Puente Industrial se le exigió un Estudio de Impacto Ambiental, con el Bicentenario tendrá efectos desconocidos destacó preocupada la experta del Eula.

Esto no es nuevo recordó Alejandra Stehr, tomando en cuenta que las consecuencias de las represas hidroeléctricas aguas arriba se están recién conociendo ahora.

Además la experta, se refirió a la posibilidad que sea un factor la gran porción de territorio que comprenden plantaciones forestales de pino y eucaliptus.

Los estudios asociados a los cambios en el lecho, ribera y desembocadura tras el terremoto siguen en proceso, sabiéndose solamente su calidad bajo tras el megasismo.

En relación a los bancos de espuma que aparecen de pronto el río, Alejandra Stehr explicó en qué consisten estas formaciones.

A pesar de ser el Bío Bío el río más estudiado y monitoreado de la región, se evidencia la falta de interés en financiar más estudios de un cuerpo de agua que, tarde o temprano, nos terminará afectando.