La Gobernación Marítima de Talcahuano mantiene un permanente monitoreo en torno a una embarcación que está varada hace cuatro días en la península de Tumbes, con el objetivo de detectar posibles fugas de combustible y evitar daños ambientales.

Se trata del pesquero de Alta Mar Cachagua I, que en circunstancias que investiga la Fiscalía marítima, quedó atascado en unos roqueríos cuando zarpaba desde Talcahuano a zona de pesca, aunque se presume que pudo haber sido debido a la neblina en el sector.

El incidente ocurrió cerca de la medianoche del pasado miércoles y obligó a activar un operativo de salvataje de los 9 tripulantes de la nave, que fueron auxiliados por dos botes a motor que estaban en las cercanías.

La Gobernación Marítima mantiene desplegado un operativo de seguridad y requirió un plan de desvarada al armador de la embarcación procedente de Coquimbo presente, que el capitan de puerto de Talcahuano, Oliver Spichiger, espera tener en la próximas horas.

El plan de desvarada debe ser autorizado y supervisado por la autoridad marítima, lo mismo que el plan de mitigación de contaminación, que tiene como objetivo recuperar el combustible que se encuentra a bordo, y que en este momento está contenido.

Desde el día del accidente, la Armada mantiene desplegado un operativo de seguridad, para evitar contaminación por hidrocarburos, utilizando para ello barreras de contención que se instalaron en el perímetro de la embarcación, varada a unos 200 metros de la costa en el sector norte de la península de Tumbes.

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