Tras la catástrofe de los incendios en la región del Bío Bío, expertos anuncian que en invierno podrían generarse inundaciones y deslizamientos de tierra similares a los que se desataron durante 2006 en la provincia de Concepción.
hace 11 años, antes de las inundaciones que afectaron a más de 7 mil personas, los primeros meses de 2006 estuvieron marcados por incendios forestales que consumieron en esa oportunidad 263 hectáreas. Luego, el temporal que cayó sobre los cerros, provocó desbordes de ríos que afectaron a las poblaciones.
Ahora las cosas podrían repetirse. Esta temporada, sólo en la provincia de Concepción, se han quemado más 70 mil hectáreas, es decir, 250 veces más de lo que se consumió en 2006.
Estas condiciones -de falta de árboles y erosión de los cerros- preocupan a los expertos, porque en caso de un invierno lluvioso se pueden desbordar ríos como el Bío Bío y el Andalién.
“Hay un 30 ó 40 por ciento más de agua que debiera salir de las cuecas y eso significa arrastre de sedimentos y probablemente inundaciones”, explicó el Ingeniero Forestal de la Universidad de Concepción, Eduardo Peña, quien detalló que las zonas de riesgo del Bío Bío están en los sectores bajos de Chiguayante, y en el caso de Concepción está el río Andalién, donde se recuerda lo ocurrido en Collao.
Producto de los incendios, se están instalando 346 viviendas de emergencia en los mismo lugares rurales del siniestro, los que podrían estar expuestos a posibles desprendimientos de tierra.
El jefe de Obras que encabeza la instalación de las viviendas de emergencia en Florida, Mauricio Gallardo, aseguró que será necesario establecer condiciones de seguridad para las estructuras y así soporten las lluvias y la falta de vegetación.
“Hay mucho polvo y tierra suelta. Nos va a provocar barro. Vamos a tener que abordar, como municipalidad con los vecinos, tratar de mejorar estas condiciones, ir sacando un poco de tierra suelta y compactar”, relató Gallardo.
La gobernadora de Concepción, Andrea Muñoz, reconoció los potenciales problemas que se pueden registrar en la temporada de lluvias y señaló que están evaluando medidas para evitar daños en las viviendas de emergencia.
“Tenemos bastante bien identificado las viviendas que se han construido en sectores riesgosos”, aseguró la autoridad.
Estos efectos negativos dependen exclusivamente de la cantidad de lluvia que caiga durante el invierno. Incluso, para que se genere el desborde de los ríos, deben caer por sobre los 70 milímetros de agua en un día.
El observador meteorológico del Aeropuerto Carriel Sur, Sergio Palominos, señaló que es posible que la cantidad de lluvia que se registró el 2006 se pueda observar durante este invierno, en específico, entre los meses de abril a septiembre.
Para evitar estas consecuencias, el experto forestal de la UdeC, Eduardo Peña, propone dispersar aserrín y paja sobre los cerros afectados, con la idea de retener la mayor cantidad de lluvia e impedir en parte los deslizamientos de tierra y las posibles inundaciones.
Aún quedan tres meses para la temporada de invierno, tiempo suficiente para que las autoridades tomen las medidas preventivas necesarias para que no se vuelva a repetir la historia de hace 11 años, cuando cientos de familias vieron como sus casas y calles fueron afectadas por las inundaciones.
