Las fichas de los damnificados y un catastro de las casas dañadas por el fuego realizan los ministerios de Vivienda y de Desarrollo Social, de manera de iniciar la entrega de ayuda a los afectados. Hasta ahora se sabe que las viviendas totalmente quemadas llegan a alrededor de 200.

Si bien la Intendencia el Bío Bío ha hablado de 204, desde el Serviu se precisó que esa cifra será confirmada a través del catastro que se realiza en las provincias de Ñuble y Concepción, las más afectadas por los incendios.

Hasta ahora el informe del Serviu es que 101 casas tendrían daños en la provincia de Ñuble, de las cuales 14 están totalmente destruidas, mientras que en Florida el número en esa condición llega a 57, y en Hualqui se tiene antecedentes de 36 con algún tipo de afectación.

Como primer paso, indicó el seremi de Desarrollo Social, Eduardo Quilodrán, está la confección del informe con el detalle de la situación de los damnificados, documento que servirá para el beneficio más urgente que es el bono de enseres de $1 millón.

Posteriormente, agregó la directora del Serviu, María Luz Gajardo, la misma ficha permitirá pasar a la entrega de los subsidios a quienes perdieron completamente sus viviendas, proceso algo complejo por tratarse de damnificados principalmente de sectores rurales, muchos con condiciones muy especiales.

En lo que tiene que ver con escuelas arrasadas por las llamas, el seremi de Educación subrogante, Francisco Reyes, precisó que fueron tres, aunque la de Quirihue estaba en desuso desde hace seis años y por lo tanto no afecta a nadie.

Por eso, la principal preocupación es con las escuelas Crucero de Huaro, en Florida, y Agua Corta en Hualqui, cuyos estudiantes serán reubicados en otros establecimientos, para lo cual Educación apoyará con el transporte para el traslado de esos niños y niñas a partir de marzo.