Los dos jóvenes universitarios, autores del incendio que arrasó con 500 hectáreas en Bulnes, provincia de Ñuble, fueron formalizados en el Juzgado de garantía de la comuna, en donde se explicó que llegaron hasta un domicilio particular en Rinconada de Palpal del sector Santa Clara, a realizar un trabajo doméstico, como una forma de tener ingresos estivales.

Víctor Miguel Becerra Robles y Mauricio Alejandro Novoa Díaz, de 25 y 24 años, intentaron levantar una cerca pero tropezaron con una mata de rosa mosqueta y uno de ellos decidió eliminarla con fuego, para lo cual tomó un bidón con bencina y roció el matorral.

Con un soplete, prendió un madero y lo arrojó a la zarza estallando así el siniestro que con el correr de los días abarcó 15 kilómetros, quemó 500 hectáreas, entre pinos insignes de Celco, siete casas, dos galpones, uno de ellos con 900 aves que resultaron muertas: 1.800 millones en total de pérdidas.

El fiscal Pablo Acevedo los formalizó por el delito de incendio, pero de carácter negligente, lo que posee una pena máxima de cinco años, no privativa de libertad, por lo que no se solicitó la prisión preventiva, sino que arraigo nacional y firma mensual en Carabineros.

El defensor penal de los jóvenes, Antonio Guerra, argumentó que no tenían la intención de provocar el daño que finalmente se produjo.

Uno de los jóvenes implicados se mostró arrepentido a la salida del tribunal: “Es una pesadilla, es lo peor que me podría haber pasado”.

El tribunal fijó en tres meses el plazo de cierre de la investigación de la causa.

Este artículo describe un proceso judicial en curso
Existe la posibilidad de que los cargos sean desestimados al finalizar la investigación, por lo cual NO se debe considerar al o los imputados como culpables hasta que la Justicia dicte sentencia en su contra.
(Artículo 04 del Código Procesal Penal)