Las familias afectadas por la inundación de un cementerio pehuenche, producto del llenado de la central hidroeléctrica Ralco, insistieron en que no buscan una indemnización monetaria por parte de Endesa, si no que los cuerpos sean desenterrados.

Esto tras las declaraciones emitidas a un medio nacional por parte de dirigentes de Alto Biobío, quienes aseguraron que la empresa está ofreciendo cifras millonarias a los afectados por la situación que se registró el 2004.

En esa línea María Curriao, vocera de las 25 familias que sufrieron la inundación de sepulturas en el sitio 53, enfatizó que nunca han pedido dinero, sino que los cuerpos sean desenterrados y trasladados a otro sector, lo que logísticamente no es posible.

La dirigenta agregó que lo sucedido es un tema delicado, que actualmente se discute en una mesa de diálogo.

En tanto, desde la empresa en cuestión, sostuvieron que “la nueva mirada de Enel Generación Chile, está enfocada en este caso en la re-construcción de la relación con el territorio. Hemos avanzado con proyectos realizados según esta visión y consideramos auspiciosos los primeros resultados. En Alto Biobío, éstos están contribuyendo al desarrollo sostenible de las comunidades cuyas iniciativas se han enfocado, entre otras, también en la recuperación de actividades agrícolas”.