Los detectives de la Policía de Investigaciones (PDI) involucrados en una banda delictual pidieron revisar la prisión preventiva decretada en su contra, lo que será analizado por la Corte de Apelaciones de Concepción.

En tanto, la justicia negó una solicitud de la PDI para que la privación de libertad de los imputados sea cambiada desde el cuartel policial penquista a un recinto de Gendarmería.

Javier Rauch y Edward Melo fueron formalizados la semana pasada por asociación ilícita, robo con violencia y tráfico de droga, tras lo cual la institución ordenó darlos de baja.

En la misma audiencia, el Juzgado de Garantía de Talcahuano decretó la prisión preventiva de ambos en el cuartel penquista de Investigaciones. Medida cautelar apelada por el abogado de Rauch, Raúl Bustos, que será analizada por la Corte en los próximos días.

El juez Raúl Martínez -al dar lugar a la formalización de los policías- infirió que más allá de la asociación ilícita imputada por el fiscal Alvaro Hermosilla existió coautoría y una concertación para cometer ilícitos, antecedentes que deberá ponderar ahora el Tribunal de Alzada.

En tanto el prefecto inspector Christian Alfaro, jefe regional de la PDI, solicitó al Juzgado de Garantía del puerto que los ex detectives cumplan la prisión preventiva en un recinto de Gendarmería, lo que fue negado por el tribunal. Solicitud que a juicio del abogado defensor, Javier Rauch, no correspondía.

La petición de la Policía de Investigaciones sostenía que la ley permite que una unidad policial sea lugar para cumplir la prisión preventiva sólo cuando los detenidos sean imputados por hechos relacionados con su trabajo y no por delitos comunes. Además sostenía que las instalaciones no tendrían las facilidades para tener a los dos ex detectives y menos por los cuatro meses que durará la investigación del Ministerio Público.