Hasta la mesa central de la Democracia Cristiana llegaron las críticas emitidas por una fracción de la falange en relación a la gestión del intendente del Bío Bío Rodrigo Díaz, quienes habrían pedido incluso removerlo de su cargo.

Según fuentes de Radio Bío Bío, dirigentes del partido llegaron hasta Santiago y le plantearon a la directiva nacional derechamente cambiar al intendente.

Pese a que en público no ha habido confirmación de tal petición, Marco Hernández, consejero nacional de DC y reconocido militante de la falange local, confirma la molestia existente contra el intendente Díaz, por dejar a los partidos en tercer plano.

“La pregunta es para dónde nos lleva el intendente Díaz en la región. Para ningún lado, ni siquiera para un cuento. Claramente le da lo mismo lo que pasa con el Partido Demócrata Cristiano” dijo Hernández.

Fuentes allegadas a la tienda confirmaron el rechazo de un sector de la DC a la cercanía del intendente con el senador PPD Felipe Harboe y el diputado DC José Miguel Ortiz, en desmedro de los parlamentarios falangistas.

Hernández agregó que fue el propio Díaz quien le dijo que los “partidos no pesan nada”; sin embargo, lo llamó a recordar el momento en que fueron ellos los que lo instalaron como intendente.

“La DC, en general, no es considerada en ningún lado para la toma de decisiones políticas, olvidando que (…) fue la DC quien lo puso o dejó disponible para ocupar el cargo. Hoy es fácil tener mala memoria”, refutó el consejero nacional.

Sin embargo, Rodrigo Díaz le bajó el perfil a estas críticas, afirmando que “cada cual tiene derecho a pensar y a pedir lo que quiera”.

“Los partidos proponen, pero a mi me nombró la presidenta Bachelet, no otra autoridad de otro grupo intermedio de la sociedad (…) pretendo ser intendente de todos los habitantes de la región y no de un grupo en particular, soy democratacristiano hace más de 30 años y me siento muy orgulloso de serlo”, afirmó el intendente.

La máxima autoridad regional afirmó que sigue contando con el respaldo de la Presidenta, señalando que está tranquilo con su gestión y sobre todo, que esta opinión no representa a al grueso de la Democracia Cristiana penquista.