Paola Romano fue declarada culpable -y absuelta de desacato- como autora del parricidio de su hijo de tres años, hecho ocurrido el 31 de agosto de 2014 en el sector de Recreo en Viña del Mar.

Al momento de ocurrida la situación, la mujer debía entregar al menor a su expareja -quien había obtenido su custodia judicialmente-, lo que finalmente no se concretó ya que (como fue determinado por el tribunal) el pequeño resultó intoxicado con un químico llamado Quetiapina, acretditándose además la existencia de un veneno.

El Tribunal Oral en lo Penal, determinó además que Romano no tenía inimputabilidad, es decir, no presentaba problemas psiquiátricos suficientes para que fuese considerada en un estado en el que no podía tomar cuenta de sus acciones.

El próximo 13 de noviembre a las 15:00 horas se dictará la sentencia, de la cual el Ministerio Público pide cadena perpetua calificada, mientras que la defensa de Romano solicitará 10 años y un día, considerando que la mujer lleva tres años en prisón preventiva como parte del total, por lo que su pena efectiva podría ser de siete años.