Es difícil de entender la mezcla de la espiritualidad Rapa Nui con la religión occidental. Todos sabemos que son los ángeles, esos seres divinos, que –según la religión– protegen y cuidan a los seres humanos.

Pero en estricto rigor, todas las culturas ancestrales, más antiguas que el cristianismo, han tenido a sus seres protectores y se les ha rendido culto por cientos de años.

A Rapa Nui la religión católica irrumpe con los misioneros que llegaron desde la Polinesia, aunque incluso podrían haber indicios de que fue mucho antes de eso. Posteriormente con la anexión de la isla a Chile por Policarpo Toro, los occidentales lograron masificar el cristianismo, incorporando figuras y deidades que hasta es minuto los originales desconocían.

El proceso de evangelización fue duro, tormentoso y hasta cruel, como ocurrió en todo el continente. A pesar de esto, los rapanui han tratado de mantener sus tradiciones espirituales lo mas apegado posible a sus orígenes.

Religión y espiritualidad

Esa dualidad, esa mezcla de religiosidad es la que se ve incluso en la iglesia católica del lugar. El pórtico de la capilla esta adornada con símbolos y figuras rapanui, pero curiosamente en el vértice superior está el llamado “ojo que todo lo ve”.

Francisco Ovalle | RBB
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Tuvimos la suerte de apreciar un matrimonio rapanui, muestra clara de esa fusión de culturas.

Los cantos y la algarabía en la lengua madre rapanui se confunden con la marcha nupcial que resuena por los parlantes. Al interior de la iglesia, siguen los cánticos y el sacerdote habla de la Virgen María y de Jesucristo, como si los rapanui hubiesen olvidado por completo la dura evangelización.

Al costado de la puerta de entrada hay una figura tallada en madera, parece un ángel, pero no lo es. Se trata de Makohe, la figura de un ave ancestral, que representa a uno de los espíritus protectores de la isla.

Francisco Ovalle | RBB
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Conversar de espiritualidad con los rapanui también es todo un desafío. Hay versiones distintas y explicaciones dispares entre ellos respecto a aquellos seres sobrenaturales que aún dicen, rondan la isla, la protegen.

Por eso no fue extraño que cuando Paola Yancovic, artista, escultora, de una tradicion familiar en la fundición de metales y alquimia se le ocurriera la idea de instalar las esculturas de siete ángeles en la isla, recibiera el rechazo de gran parte de los rapanui, incluso hasta hoy que el proyecto esta concretado.

Francisco Ovalle | RBB
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Paola, con esa sensibilidad energética que tiene la mayoría de los artistas, logró convencer a algunos isleños y a las autoridades para que la apoyaran en su “loca” idea de instalar las esculturas, que claramente no tenían nada que ver con el origen de la tradición rapanui.

Aún con eso en contra, se logró el objetivo y ocurrió la “magia” según dice la misma artista. Sin quererlo, el lugar ubicado a unos metros del cementerio de Hanga Roa, cerca del centro ceremonial Ahu Tahai, se terminó transformando en un punto de encuentro de quienes buscan ese componente energético positivo

Jhony Tuki, uno de los más reconocidos escultores de Rapa Nui, pero que además rescata no sólo la técnica del tallado de la roca madre, sino también busca mantener vivo el apego a la espiritualidad ancestral, nos dice que más allá de lo artístico, no sólo de la fusión de la técnica del metal fundido con el tallado en roca, también se generó una fusión armónica del cristianismo con la espiritualidad tradicional rapanui.

Francisco Ovalle | RBB
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Make Make: el gran espíritu

En Rapa Nui no existe el concepto de ángeles. Tuki nos intenta explicar que en la cultura no existen tampoco los espíritus buenos o malos, sólo son espíritus protectores y el gran espíritu creador es Make Make, el principal, lo que podría ser el símil del “Dios” cristiano.

Por eso en una de las esculturas del Hitu Merahi, Make Make está abajo, es la base, es lo que sostiene al ángel cristiano.

Make Make es el poderoso que sostiene la vida, al universo, a diferencia del Dios cristiano que siempre se le da esa visión de estar por sobre todo, en las alturas, dominando el universo. Interesante cosmovisión rapanui, ¿debe un Dios estar por sobre nosotros, o debe sostenernos desde la base?

La espiritualidad rapanui está impregnada en todos los rincones, es solo cuestión de darse el tiempo de preguntar y escuchar esas maravillosas historias que se han ido traspasando de generación en generación.

Cuidado con lo que se llevan

Cuidado con lo que se lleva nos advierte Tuki, y no es primera vez que escucho la recomendación. Finalmente me atrevo a preguntar ¿por qué?. No tenemos espíritus buenos ni malos, son solo espíritus protectores.

Cada terreno le pertenece a una familia y cada familia tiene su protector. “Hay turistas que se llevan de souvenir las figuras de la isla, se llevan a nuestros espíritus protectores sin saber el poder y la fuerza que ellos tienen”.

Por eso hay que tener cuidado con las figuras de los Aku-Aku, sobre todo con el Kava Kava, que aún siendo protectores, pueden causar daño si no se les trata con respeto.

Tu’u Koihu, hijo mayor del Ariki (Rey) Hotu Matua a la media noche caminaba por Puna Pau, (el lugar donde se fabricaban los Pukao, esa especie de sombreros que tienen algunos Moai). Allí se encontró con dos seres que dormían. Tu’u Koihu se asustó y al intentar correr, los despertó.

Eran dos espíritus que para atemorizarlo se despojaron de su exterior quedando al descubierto su verdadera forma esquelética. Así amenazaron al hijo del rey y le dijeron que si hablaba lo matarían. Tu’u Koihu cumplió la orden, y no habló, sin embargo, para advertir a su pueblo de la existencia de esos espíritus los talló en un trozo de madera de toromiro.

Francisco Ovalle | RBB
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Giselle Hereveri, del clan de los Miru, el linaje de los reyes descendientes directos de Hotu Matua, es una conocedora de las historias de la isla y nos relata otra leyenda, también relacionada con los espíritus ancestrales.

Esta la historia de Kuha, Erati, dos espíritus con forma de mujer que querían raptar a un príncipe
“Vai Anuhe, ve por tu hijo que sera raptado por dos espíritus en forma de mujeres, Kuha, Erati se llamaban”. Vai Anuhe logró salvar a su hijo del rapto de los espíritus.

La isla está repleta de centros ceremoniales, de hecho cada moai es uno de ellos, quizás toda la isla es un gran centro energético ceremonial, por eso la preocupación de algunos de los antiguos habitantes que manejan estas historias, y que buscan mantener viva la cultura, porque Rapa Nui es más que un Moai.