Tras el nombramiento del nuevo Comandante en jefe de La Armada, Julio Leiva, organizaciones de derechos humanos esperan que la institución reconozca la responsabilidad que les compete por su colaboración durante el régimen militar en Chile.

Así lo manifestó a Radio Bío Bío Alicia Zúñiga, de la Agrupación de Derechos Humanos de Valparaíso, quién emplazó a la institución a replicar gestos como el de otras entidades de las Fuerzas Armadas, las que han colaborado de una u otra forma entregando información que permita esclarecer algunos de los crímenes de lesa humanidad ocurridos en Chile durante ese periodo.

Al ser consultado al respecto, el nuevo comandante en jefe de La Armada manifestó que la institución ha cumplido con lo que les compete.

Después del golpe militar, distintos buques y dependencias de la Armada de Chile fueron empleados como centro de detención y tortura, siendo uno de los casos más recordados la muerte del religioso Miguel Woodward, asesinado en el buque Escuela Esmeralda tras ser interrogado y torturado en 1973.