El mal olor y la insalubridad se han convertido en parte de la vida cotidiana de los vecinos del sector Lajarilla de Reñaca Alto, en Viña del Mar, quienes tienen que convivir con la creciente presencia de vertederos clandestinos.

Según los habitantes, al lugar llegan permanentemente camiones y particulares a botar basura y escombros.

Alberto Camus, residente del sector, aseguró que existe preocupación entre los vecinos, ya que -debido a las gran cantidad de desechos- existe la posibilidad de que se originen focos de incendios forestales.

Junto a la intranquilidad por eventuales siniestros, los vecinos piden a las autoridades la reparación del camino que atraviesa la zona, el que es constantemente utilizado por camiones que prefieren esa ruta para evitar la zona de alto pesaje del Camino Internacional.

En particular, en ese sector, hace cerca de dos años se construyó una vía que conecta hacia Viña del Mar, que costó 360 millones de pesos.

De acuerdo a Ulises Barreto, otro vecino del lugar, el camino se encuentra en precarias condiciones, debido al tránsito constante de vehículos pesados.

Entre las acciones para dar a conocer la problemática del sector, los vecinos se reunieron con el senador Ricardo Lagos Weber, quien indicó que “hay una suerte de dejación en la fiscalización”.

“Yo puedo entender que no se pueda fiscalizar a todos, pero aquí parece que no atrapan a nadie. Acá hay escombros y también materia orgánica, lo que compromete temas de salud porque atrae ratones y otros vectores”, aseguró el parlamentario.