Despidos injustificados, amedrentamientos, menoscabo laboral y malas prácticas forman parte de las denuncias levantadas por el Sindicato 1 de Trabajadores de la Universidad Católica de Valparaíso, contra la autoridad universitaria.

Estas represalias se arrastrarían desde el periodo de negociación colectiva finalizado en octubre de 2016, ocasión en que los funcionarios accedieron a una huelga legal, indicó el presidente del órgano sindical, Osvaldo León.

El dirigente detalló además que -luego de una serie de negativas por parte de la Comisión de Relaciones Laborales- procedieron a judicializar este tema llevándolo hasta los tribunales del trabajo.

Paralelo a ello, León emplazó al gobierno universitario, asegurando que las deficiencias de éste en materia de administración -al incurrir en ascensos discriminatorios, tráfico de influencias y conflicto de intereses- han provocado una “grave crisis al interior de la casa de estudios”.

Según detalló el dirigente, la situación fue iniciada con la desvinculación injustificada de tres funcionarios, de los cuales una persona se mantenía con fuero maternal, a otra persona la recontrataron sin ser ingresada al Sindicato luego de ser finiquitada y el último caso es estudiado por la autoridad laboral.

Desde la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica de Valparaíso manifestaron sus intenciones de “problematizar” y apoyar las demandas levantadas por el Sindicato, por lo que su presidenta, Camila Lucero dio cuenta de una alianza estratégica que mantendrán con el organismo.

Defensa

Desde la casa de estudios rechazaron tajantemente lo expuesto por el sindicato al asegurar -mediante un comunicado- que la demanda levantada no se condice con la relación que han sostenido con la organización de trabajadores y que ha permitido construir durante los últimos 20 años y en diez procesos sucesivos de negociación colectiva un entendimiento mutuo.

Según la Universidad, con esto se ha “traicionado el profundo sentido universitario que debe prevalecer en la relación de los trabajadores y su institución” y que ha permitido construir en conjunto el “mejor contrato colectivo del sistema universitario chileno”, según -aseguraron- lo ha calificado el mismo sindicato.

En respuesta, el dirigente rechazó lo comunicado por la Casa de Estudios anunciando reuniones determinantes al interior del estamento.