El senador por la región de Valparaíso, Francisco Chahuán, mostró su preocupación por la imagen que Chile tendrá en el próximo Congreso Internacional de Cruceros -el cual se realizará en Miami- considerando el conflicto que se ha generado en los últimos meses en el Puerto de Valparaíso.

El parlamentario indicó que en esa cita, las grandes empresas del rubro analizan la situación de los diferentes paises y cómo se va desarrollando la industria de los cruceros. La cual -a su juicio- en el caso de nuestro país se verá afectada con lo que está sucediendo ahora, por eso es fundamental llegar a consensos para privilegiar una industria que representa cerca del 10% de los turistas que ingresan al país.

En este contexto, Chahuán dijo que tomando las experiencias internacionales, y a mediano o largo plazo, se puede pensar en construir un terminal exclusivo para cruceros en otro sector del borde costero, incluso en Viña del Mar.

La idea no es ajena para el sector, donde recordemos ya se analiza la posibilidad por parte de la empresa portuaria de habilitar un recinto de esta naturaleza en las inmediaciones del Muelle Baron.

Según explicaron desde EPV, teniendo en cuenta las proyecciones del comercio internacional chileno y el repunte de la industria de cruceros, el puerto tiene que prepararse no solo para lo que ocurrirá dentro de cinco o 10 años sino con una visión de 20 a 30 años. Ello por medio de terminales dedicados en un 100% a la carga y otro exclusivo para naves de pasajeros.

En ese contexto, dijo Christian Calvetti, Gerente de Asuntos Corporativos de EPV, ya hay un estudio de factibilidad en curso.

Lo paradojal de la situación es que sólo el año 2016 recién pasado, y a pesar de todas las falencias de infraestructura, Valparaíso obtuvo el premio World Travel Awards como el mejor puerto de cruceros de Sudamérica.

En este sentido, a causa de lo que ocurre actualmente con el conflicto de las cargas limpias y que ha repercutido negativamente en la industria de los cruceros debido a las movilizaciones de los trabajadores portuarios, reflota con fuerza la idea de establecer el punto de equilibrio para abordar la necesidad de contar con un terminal exclusivo para estas naves de pasajeros.

El estudio incluye calcular la capacidad de pasajeros y cantidad de recaladas que justifiquen la construcción, así como generar propuestas respecto de modelos de negocios y otras alternativas, dijo Calvetti.