Continúa la polémica por la salida del sistema público de los médicos titulados en el extranjero que reprobaron el Eunacom, debido a que este martes vencía el plazo para que los profesionales que no cumplían con la exigencia fueran apartados de los centros asistenciales donde prestaban servicios.

Lo anterior provocará en algunas regiones que registran mayor número de despidos -como la de Valparaíso– que los consultorios de atención primaria vean en gran parte disminuido su número de facultativos, lo que según señaló el intendente regional, Gabriel Aldoney, es de responsabilidad exclusiva de cada municipio.

Es por esto que la autoridad recomendó a los jefes comunales hacer los esfuerzos necesarios para recontratar a estos médicos, con el fin de evitar consecuencias que afecten a la población.

El presidente regional de la Asociación de Municipalidades, el alcalde de San Antonio, Omar Vera, hizo un llamado al Gobierno a tener una mirada más flexible y de apoyo con los municipios. A su juicio, son estos los que se ven más impactados por esta situación.

Vera criticó además que las decisiones respecto al examen se tomen de manera centralizada, sin tener en cuenta a los municipios, cuando son estos los más interesados en poder seguir prestando servicios de salud a sus comunidades, señaló.

En tanto, Mauricio Navarro, abogado de los médicos colombianos y ecuatorianos que reprobaron el Eunacom, explicó que con la aplicación de la ley que los obliga a salir del sistema, se están vulnerando tratados internacionales vigentes que amparan a los facultativos extranjeros para prestar servicios en el país.

El profesional argumentó que, a pesar que hace algunos años se crearon leyes que van en una lógica distinta, si a los médicos colombianos y ecuatorianos se les reconoció con anterioridad su título en Chile -tal como en sus países, sin rendición de exámenes especiales- están facultados para ejercer aquí.

El abogado explicó también que, aunque no es el fundamento de la estrategia jurídica que están llevando a cabo, hay que reconocer primero que los médicos extranjeros ocupan un espacio que nunca ha estado satisfecho por los médicos nacionales.

Además, indicó que la aplicación de la prueba se realiza con absoluta falta de objetividad, pues a quienes la rinden no se les permite acceder a resultados y ni siquiera saber cuáles fueron sus respuestas correctas.