Representantes de un grupo de 200 familias damnificadas tras el megaincendio del 14 de febrero de 2013 en Valparaíso -que afectó a los sectores de San Roque, La Planchada, Rodelillo y Los Placeres- se manifestaron en el frontis del edificio de la Intendencia Regional para expresar su molestia contra la constructora RVC y Esval, por lo que consideran indignas ofertas de indemnización de parte de ambas empresas.

Lo anterior, tras una demanda civil donde los afectados por el siniestro exigen 4 mil 500 millones de pesos y cuyo juicio tendrá mañana una instancia decisiva con el comparendo de conciliación en el Cuarto Juzgado Civil de Valparaíso.

El abogado querellante, Rodolfo Prech, fue enfático al reprochar el actuar de ambas empresas a lo largo del juicio civil, ya que asegura que éstas no han tenido una actitud colaborativa. Ello debido a que han ofrecido sumas de dinero insuficientes y en particular respecto a RVC, ya que ésta habría hecho todo lo posible por retardar el juicio civil.

Durante los casi cuatro años que han pasado desde el siniestro -que comenzó en los terrenos donde la empresa RVC construía un edificio- los afectados han debido incurrir en una serie de gastos, que los han dejado con severas deudas.

Por eso, para ellos, la cifra de dos millones de pesos por familia que se les estaría ofreciendo hasta ahora es insignificante, reclamó el dirigente de los afectados, Carlos Tapia.

Tras el incendio se estima que se consumieron alrededor de 280 viviendas, dejando cerca de mil damnificados.

Demanda contra RVC se fundamenta en que por la acción de un trabajador de ésta -que cortaba fierros en la obra de la constructora- se inició el fuego, hecho que fue confesado por el propio involucrado.

En tanto, la acción civil contra Esval se debe a que durante el siniestro los grifos no funcionaron, lo que impidió las labores de extinción del fuego.