Los marineros inculpados en el caso se espionaje al interior de la Fragata Lynch se traspasaban una prenda íntima que pertenecía a una de las funcionarias que fueron grabadas al interior del buque.
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El jueves se realizaron los alegatos por las apelaciones de los autos de procesamiento correspondientes a seis de los implicados en el juicio penal – militar por espiar y difundir imágenes de sus compañeras de funciones. Y tras la audiencia se conocieron nuevos antecedentes del caso, que podrían agravar la situación del único detenido, cuya defensa aseguró que se encuentra en shock y que nunca habría tenido la intención de dañar a sus compañeras.
Según consignó La Estrella de Valparaíso, durante una inspección de una maleta del marino, se encontró un calzón que él argumentó que pertenecía a su polola. Sin embargo, después reconoció que pertenecía a una de las funcionarias afectadas.
El uniformado señaló que otro de los imputados fue quien sustrajo la prenda desde una de las habitaciones y que luego fue compartida entre ellos como si se tratara de un “trofeo de guerra”.
Si bien existen contradicciones entre los sujetos respecto de la responsabilidad en el hurto, se verificó que sólo una de las mujeres fue víctima de la sustracción de una prenda íntima, señaló el matutino.
