A una semana del simulacro binacional de tsunami entre Chile y Japon, el diputado Joaquin Godoy emplazó al Gobierno a dar explicaciones respecto a la falla registrada en una de las alarmas.

El parlamentario además emplazó al director nacional de la Oficina Nacional de Emergencias (Onemi) –Ricardo Toro– por afirmar anteriormente que no hay inversión en alarmas, siendo que en 2014 se gastaron 371 millones en este tipo de aparatos.

Dotación adquirida tras el mega incendio de Valparaiso y las constantes alarmas de tsunami en las costas, hechos que llevaron al entonces intendente regional Ricardo Bravo, junto al delegado presidencial de la reconstrucción -Andrés Silva- a anunciar una inversión de 371 millones de pesos en la instalación de un sistema de alarmas para alertar a la población en caso de tsunamis y otro tipo de emergencias.

No obstante, en medio del simulacro de este 3 de noviembre, una de las alarmas instaladas en la Plaza Sotomayor no sonó.

Aunque más allá de la situación puntual, un hecho que pasó casi desapercibido fueron las afirmaciones del propio director nacional del organismo, quien ante los cuestionamientos dijo que en Valparaíso -a diferencia de otras regiones- no hay instaladas alarmas de tsunami.

A una semana de esas declaraciones el parlamentario -quien fue uno de los mas férreos detractores de la gestión del proceso de reconstrucción tras el incendio- no ocultó su extrañeza frente a las declaraciones del encargado nacional de la institución, considerando que en la petición de recursos efectuada al Congreso se establecía claramente que estos eran para alarmas de tsunami y otras emergencias.

Según Godoy hay dos explicaciones, la primera es que hubo un error en como se planteó esa inversión y la segunda que el director nacional de Onemi no sepa con que elementos se cuenta. Para el parlamentario ambas son graves.

El diputado adelantó que solicitará un pronunciamiento a Contraloría y una investigación, reiterando que lo grave mas allá de la falla de una de las alarmas, es la dualidad de información que se se entrega en torno a una situación que se creía zanjada.