“Qué Dios haga justicia con estos CTM”, fueron parte de las palabras con las que un sacerdote de Quillota manifestó su indignación luego de que un grupo de encapuchados destruyeran un crucifijo en la región Metropolitana.

Recordemos que la tarde de este jueves, durante la marcha realizada en Santiago, un grupo de personas ingresaron a la Iglesia de la Gratitud Nacional, que es Monumento Nacional, sacaron la imagen y la destrozaron en la vía pública.

Felipe Lizama Silva, quien fue ordenado sacerdote en 2012 y suele comentar acerca de hechos de contingencia en su cuenta de Facebook, dio a conocer su pena y rabia por el ataque.

“Tengo pena y rabia… ¿Dónde está nuestra gratitud?”, cuestionó a través de su Facebook y afirmó ser el primero en manifestarse por las justas demandas, pero que no comparte la delincuencia. “Hoy hemos llegado a un punto grave y peligroso”.

“Nos han tocado lo sagrado, las imágenes son imágenes, pero han vulnerado la casa de Dios, han saqueado el templo y han sacado a la calle lo nuestro, lo de todos los creyentes, lo de todos los chilenos. Se han reído y han hecho pedazos una imagen de la cruz de Cristo”, enfatizó.

En el escrito reconoció que los primeros sentimientos que le nacen son de rabia, de maldición y pidió perdón por sus palabras, agregando que en el Año de la Misericordia siente que Dios lo llama a más “…a amar al CTM que hiere y destruye, que se mete a un templo de paz, saquea, destruye y celebra su actuar…”

Sin embargo, concluyó afirmando que “la misericordia no está por sobre la verdad y la justicia. QUE DIOS HAGA JUSTICIA CON ESTOS CTM (Perdón pero tengo rabia)”.

Se debe consignar que más tarde Lizama aclaró con cierto humor que CTM significa Cabros Tontos Malos.