Un simple traslado vía aérea en Latam desde Iquique a Coyhaique con previa organización se volvió toda una pesadilla para Sergio Barraza Riquelme, su esposa, hijos y mascotas. Desde la casa comercial explicaron el protocolo para transportar animales, lamentando los inconvenientes que el episodio pudo haber causado al núcleo familiar.

Según denunció Sergio, la empresa los habría obligado a dejar a uno de sus perros en el aeropuerto, pese a haber planificado el viaje con dos meses de anticipación y hacer las consultas pertinentes a la compañía para que el traslado se desarrolle en óptimas condiciones.

Los hechos se remontan a junio de este año. La familia decidió trasladarse hasta la región de Aysén consultaron sobre el servicio de traslado de mascotas en dos compañías: Latam y Sky. Pero ésta última no cuenta con el servicio hasta la austral región, por lo que debieron -obligadamente- optar por la primera opción para que viajen su can mestizo pastor alemán Oso, y el golden Retriwer Doky.

Con la elección tomada, se procedió a confirmar la reserva de pasaje tanto para las personas como para los perros. Pero la sorpresa se la llevaron a 24 horas del esperado viaje, cuando intentaron realizar el check in. Desde la empresa les informaron que los animales debían ser trasladados a través de Latan Cargo, producto de su tamaño. El anuncio de la compañía significó que las mascotas viajarían en distinto horario y con otras condiciones.

Pero la molestia de la familia se incrementaría: las oficinas de Latam Cargo abren a las 07:00 horas y el vuelo programado era a las 07:50, y las mascotas debían ser ingresadas al menos con dos horas de anterioridad.

Sergio recuerda con enfado aún “¿cómo íbamos a poder hacer el trámite?”.

No obstante, la pesadilla crecía con cada anuncio de la empresa: Latam Cargo no cuenta con conexión para el traslado de Iquique a Coyhaique, por lo que los perros debían pasar una noche en Santiago y ser embarcados al día siguiente hacía la capital de Aysén.

Dadas a conocer las condiciones, la esposa de Sergio, Cecilia, y sus dos hijos de cuatro y seis años, mantuvieron el vuelo agendado rumbo a Coyhaique y el padre retrasó su itinerario Santiago-Coyhaique a la espera de lo que sucediera con los canes.

“Nuestro vuelo salía el día 12 de julio a las 7:50 horas, mis perros tenían reserva de carga para el vuelo siguiente -el de las 10:00-. Por lo tanto programamos todo para salir a las 4:00 de la madrugada desde la Reserva Nacional Pampa del Tamarugal –donde vivíamos hasta entonces- para llegar al aeropuerto de Iquique, y de esta forma, realizar el chequeo familiar a las 6:10 horas y esperar que abriera Latam Cargo a las 7:00 para embarcar a nuestras mascotas”, recuerda Sergio.

El hombre creyó que por fin la situación había encontrado solución, sin embargo el itinerario comenzaba a retrasarse nuevamente. Luego de hacer el check in de Oso y Doky a las 06:10 horas, se trasladó hasta la sucursal para entregar a los perros, pero la que se suponía abriría sus puertas a las 07:00 horas, lo hizo a las 07:25, acusó Sergio.

Con los minutos contados para llegar a tiempo a su vuelo, el hombre se lleva una segunda sorpresa: Doky no podía ser ingresado producto de su tamaño.

Cliente acusa pésima gestión de Latam
Sergio Barraza

“Cuando el funcionario de Latam Cargo me dijo que Doky no podía ser ingresado, me espanté. Cómo puede ser posible que Oso, que lo supera en tamaño y peso, esté arriba del avión y Doky que es más pequeño, no”, sostuvo el hombre.

Sergio le explicó al trabajador las indicaciones que le había dado la misma empresa el día anterior, pero el hombre se negó a la solicitud, argumentando que “esos perros son muy inquietos”.

Para fortuna de la familia, los amigos que fueron a dejarlos al aeropuerto se ofrecieron para cuidar a Doky, al menos durante alguien pueda ir por él.

“Ese día sólo pudimos transportar a uno, mientras el otro tuvo que volver en el camión contratado para su traslado a una casa que ya se encontraba deshabitada en plena Pampa del Tamarugal. A esto se suma el sufrimiento de toda la familia, porque mi señora y mis hijos salieron de Iquique llorando y llegaron a Coyhaique llorando, a una ciudad desconocida, sin el padre de familia y sin sus mascotas”, lamenta Sergio con el resultado de un viaje que como núcleo familiar imaginaron totalmente distinto.

Sergio esperó a Oso en Santiago, quien llegó sin registrar nuevos incidentes.

Cliente acusa pésima gestión de Latam
Sergio Barraza

Segundo día

El reloj marcaba las 06:30 horas del 13 de julio, Sergio se apresuraba para entregar a Oso y por fin reunirse con su familia después de la odisea, pero lamentablemente la sorpresa número tres se hizo presente: Oso no podía viajar por su tamaño. La misma empresa que lo trasladó desde Iquique a Santiago, no podía realizar el tramo Santiago-Coyhaique.

“Tenía ganas de llorar de impotencia, de tanta falta de respeto por parte de la empresa, del descriterio, y ahora realmente no lo podía aguantar”, detalló.

Ya indignado con el proceder de la compañía, Sergio solicitó hablar con el encargado de la sucursal, quien lo escuchó amable y lamento lo sucedido. El representante de la empresa le explicó que Latam Cargo cuenta con jaulas especiales para el traslado de animales, las que sólo están disponibles en Santiago al accesible costo de $36.000.

“¿Por qué no se nos informó eso?, nos habríamos ahorrado tanto mal rato. Las hubiésemos comprado con anterioridad, pero nadie nos informó”, cuestiona el afectado.

Con la solución planteada, Sergio compró la caja y por fin pudo embarcar a Oso y trasladarse hasta la capital de Aysén para encontrarse con su familia.

Pero Doky aún no puede arribar a Coyhaique, quien se encuentra en Copiapó bajo la custodia de familiares que se ofrecieron para cuidarlo mientras la familia soluciona la situación.

Cliente acusa pésima gestión de Latam
Sergio Barraza

Latam

Consultada la compañía sobre lo sucedido a Sergio, su familia y mascotas, Latam Cargo declaró que “Latam Cargo dispone de itinerarios distintos al servicio de pasajeros y estos fueron informados al cliente al momento de realizar su reserva. 24 horas antes del vuelo se le envió el procedimiento detallado para el embarque y traslado de la mascota”.

Además agregaron que “los tiempos de conexión del vuelo que operaba la ruta Santiago-Balmaceda era menor a tres horas, lo que impedía su traslado vía Latam Cargo en la fecha solicitada”.

Finalmente la empresa manifestó que lamenta los inconvenientes que esta situación pudo haber causado y reiteró su compromiso con los estándares de seguridad en sus operaciones.

“De acuerdo a este compromiso intransable, de no estar dadas las condiciones para resguardar la seguridad del animal la compañía no puede transportarlos”, finalizó.