Un grupo de vecinos en el sector norte rural de Punta Arenas se encuentra viviendo hace más de 2 años sin suministro eléctrico, pese a que la instalación de postes finalizó hace meses después de las denuncias.

Se trata de los sectores Loteo Varillas, Llau Llau, Rebenque, entre otros, los cuales no cuentan con electricidad, obligando a sus residentes a optar por opciones poco convencionales para obtener el servicio básico, consigna La Prensa Austral.

Por ejemplo, algunos se “cuelgan” del sistema eléctrico habilitado en casas que están en la cercanía, mientras que otros se ven obligados a volver a la ciudad, la parte urbana, de donde provienen.

Así es el caso de Tadeo Soto, quien vive en dos partes a la vez; sólo por el tema eléctrico.

“Cuesta vivir sin luz. No compro mucha comida para traer acá porque en dos días ya se echa a perder, tampoco tengo refrigerador ni para lavar; entonces esta situación me obliga a estar en Punta Arenas”, precisó el hombre.

Soto explica que utiliza linternas en la noche para iluminar cuando está en el sector, mientras que otros, como José Araya, han encontrado otra solución.

Específicamente, Araya logró conectarse a una casa vecina; a 100 metros de distancia

Por lo mismo, dice que aportan con un 50% del pago de cuentas al vecino, dividiendo los gastos.

“Uno no se puede aprovechar de la situación ya que de buena voluntad nos conectaron y podemos tener luz. Por ejemplo, llevo varios meses que quiero instalar una nueva reja que compré pero no puedo (…) ¿Cómo voy a llegar yo a conectar las herramientas y todo lo que necesito para hacerlo? Trato de no sobrepasar los límites del uso de electricidad para poder seguir así hasta que nosotros mismos nos conectemos”, detalló.

En cuanto a explicaciones de la complicada situación, los vecinos comentaron que si bien los postes están instalados, estos no son propiedad de la empresa eléctrica (Edelmag), por lo que esta no puede conectarlas.

“El único tope para que podamos conectarnos como corresponde a la electricidad es Edelmag porque la municipalidad ya hizo su parte”, concluye Araya.