Un nuevo robo afectó a la escuela Padre Hurtado la madrugada del domingo en Punta Arenas, algo que se ha reiterado durante los últimos años, según aseguraron desde el establecimiento.

El hecho quedó al descubierto la mañana de ese mismo día, luego que una persona que debía realizar trabajos al interior del establecimiento educacional se percató que habían puertas abiertas, luces encendidas y destrozos en el establecimiento de calle Eusebio Lillo 2472, en el sector sur de la ciudad.

Ante esto, se dio cuenta de inmediato a personal de Carabineros que llegó al lugar para constatar lo denunciado. “Recibimos un llamado a la central de comunicaciones, donde al llegar al lugar la inspectora nos manifestó que, durante la noche, desconocidos ingresaron por un ventanal de una mampara de vidrio y sustrajeron algunas especies. Se tomó contacto con el fiscal de turno a quien se le señaló lo sucedido”, detalló el suboficial mayor Jaime Molina.

El funcionario policial indicó que al ingresar al establecimiento educacional se percataron que los desconocidos rompieron vidrios de tres salas, además que existían rastros de manchas de sangre, las que podrían tratarse de los antisociales que se pudieron provocar heridas con los vidrios rotos.

Tras ello, el fiscal Manuel Soto instruyó a personal de la PDI para que se traslade al lugar y realice el levantamiento de la evidencia, lo que realizó personal de la Brigada Investigadora de Robos y el Laboratorio de Criminalística de la policía civil.

Por su parte, la directora de la Escuela Padre Hurtado, Hilda Cárcamo, señaló que ya se sienten presos con tantas medidas de seguridad que han implementado ante los constantes robos de los que han sido víctimas.

Estas personas lograron sacar un notebook, un parlante, dos proyectores y tintas de la sala del proyecto de integración.

“Esta es como la tercera o cuarta vez que sucede esto, y es lamentable porque uno con mucho esfuerzo les tiene los recursos a nuestros estudiantes, y sobre todo a nuestro grupo de integración”, sostuvo la directora.

“Es lamentable que estas personas mal intencionadas destruyan el colegio. Y hemos tomado todas las medidas, la escuela está convertida poco menos en una cárcel, hemos cerrado todo lo que da a la calle, todo enrejado y una parte que faltó enrejar que da al gimnasio es por donde aprovecharon en esta ocasión para ingresar”, añadió.

Asimismo, Cárcamo explicó que mantienen alarmas, pero lamentablemente quedaron desactivadas por los trabajos de limpieza que se estaban realizando el fin de semana.

Sea como sea, el avalúo en primera instancia alcanzó los 1,2 millones de pesos en pérdidas.