Con agua hirviendo atacaron a dos carabineros que acudieron a constatar una denuncia por ruidos molestos durante la madrugada en Punta Arenas, por lo que ingresaron a la vivienda para detener al agresor.

Según informó El Pingüino, los dos uniformados resultaron con lesiones leves y dos jóvenes fueron detenidos por su responsabilidad en estos hechos, uno en calidad de autor y el otro por amenazas. Todo se gestó cuando la dueña del domicilio -donde los acusados son arrendatarios- denunció una fiesta “descontrolada”.

Ambos alegaron total inocencia, rechazando el procedimiento simplificado que les ofreció la Fiscalía y acusaron ser víctimas de lesiones por parte del personal policial.

Según el Ministerio Público, los uniformados golpearon la puerta para pedir a los ocupantes que depongan su actitud, cuando uno de los detenidos les habría arrojado una olla con agua hirviendo, desatándose un violento enfrentamiento con el personal policial, quienes debieron pedir refuerzos para controlar la situación.

“No sabemos quién lanzó la olla, porque estábamos en nuestra pieza y como tenemos antecedentes, de inmediato apagamos la luz y nos quedamos en la pieza tranquilos, para evitar problemas”, se defendieron.

“Fue una detención contraria a derecho y mis defendidos fueron golpeados en el rostro y en el cuerpo, rompiéndoles la nariz y ocasionándoles múltiples lesiones”, indicó Vania Cáceres, su defensora.

“Tengo ante mí el relato de la testigo María Vidal, quien afirma que Carabineros entró con permiso de los moradores, el relato de los funcionarios de Carabineros y fotos donde consta que la puerta no fue reventada, sino que se encuentra en buen estado y por lo tanto, puedo declarar que la actuación policial y el arresto de los imputados fue ajustado a derecho”, indicó el juez Pablo Miño.