El pequeño Enzo cumplirá un año en enero próximo. Desde que nació ha padecido de alergia, sin que hasta el momento en la región de Magallanes los profesionales médicos puedan decirle a su madre qué es lo que la origina.

Para lo anterior, se necesita reunir cerca de un millón y medio de pesos, para viajar a Santiago y someter al menor a diversos exámenes, los cuales deben costear de manera particular.

Carmen Soto, madre del pequeño Enzo, decidió realizar diversos eventos, pero hasta el momento no ha tenido buenos resultados.

De mèdico en médico

En conversación con Diario El Pingüino, relató cómo han ocurrido parte de los hechos, desde que nació su bebé: “A los 2 días de nacido se le realizaron exámenes, donde se le pidió opinión médica a un cardiólogo y se le realizó un electrocardiograma que arrojó que tenía un ducto del corazón abierto”.

“Se le recetaron dos medicamentos, el furasemida 1 mg y el espironolactona 2 mg, del cual el primer remedio fue mal escrito en la caja ya que la dosis escrita equivalía a 10 dosis, vale decir, 10 mg que él debía de tomar. Se puso amarillo como lo normal de los bebés, pero él se descompensó y en los exámenes arrojó que estaba deshidratado”, relató.

Posteriormente “fue derivado a neonatología la UTI, donde se le practicaron varios exámenes a diario y se descompensaba de una cosa y luego de otra; le dieron el alta el 19 de enero con supervisión médica con cardióloga y pediatra, pero a las 4 semanas aproximadamente, comenzó con diarreas, pero yo no me percate de eso hasta cuando vi que en sus deposiciones tenía rasgos de sangre en hilitos“.

“Lo comencé a llevar al SAPU del Cesfam 18 y a urgencia y siempre decía enterovirosis o cualquier enfermedad viral, remedios para una cosa y otra y el bebé seguía en lo mismo. A los días se mejoraba y volvíamos a lo mismo y (decían) que eso era así, que se podía contagiar, etc etc etc… cosa que llegó el minuto que él ya hacía agüita con sangre de deposiciones, porque no tenía nada más que botar de su estómago”.

Agregó que le hicieron exámenes que arrojaron hemorragias ocultas “y recién ahí le tomaron importancia. Lo derivaron al gastroenterólogo del CAE infantil del clínico. Le dieron como para dentro de 2 semanas, pero el bebé seguía igual. Lo volví a llevar una vez más a urgencia y de tanto (insistir) la doctora que lo atendió llamó al gastroenterólogo y nos citaron para el día lunes sin hora pedida”.

Ahí se le dijo que era una alergia a la lactosa, y “que no coma nada que tenga lácteos, mariscos, soya, frutos secos, carne de vacuno, ya que podía ser también alérgico a algo de eso y que yo se lo pasaba a través de la leche. Pasaron semanas, y desde mayo hasta ahora diciembre jamás un medicamento, un examen, ni otro tipo de derivación a otro especialista, porque él no hacia exámenes porque no era necesario”.

“Conclusión, me hizo tomar yogurt 2 semanas, el bebé se reventó entero su cara y partes íntimas, y concluyó que era alérgico a la proteína de la leche de vaca. De nuevo le consulté por exámenes y reiteró que él no hace exámenes”.

El problema actual

Luego de que se viera el caso con los médicos locales y estos no entregaran una respuesta favorable, la madre hizo gestiones que le permitieron conseguir una hora para realizar diversos exámenes en la capital.

Para ello, ha hecho una serie de actividades a beneficio, pero sin hasta el momento poder reunir el dinero que necesitan, considerando que son cerca de tres exámenes, con un valor cercano al medio millón de pesos cada uno.

Cómo ayudar

Las personas que deseen aportar pueden efectuarlo a la cuenta RUT 13.527.899-8 o contactarse con la madre al número 931738614.