Científicos españoles, entre los que se encuentran investigadores de la Universidad de Granada, concretaron esta semana un verdadero hito en la aeronáutica antártica, cuando el pasado miércoles 9 de noviembre, lograron el primer sobrevuelo pilotado de la Antártica sin parada durante más de 20,5 horas en un avión RV 8 experimental monomotor de 1500 kilos de peso.

El piloto Miguel Angel Gordillo partió a bordo de RV 8 desde la Base Antártica Italiana “Mario Zucchelli” en la Bahía de Terra Nova y recorrió más de 4500 kilómetros hasta llegar a la Base Antártica Argentina en Isla Marambio atravesando el Mar de Ross, la Meseta Antártica y el Mar de Weddell, y sobrevolando el Polo Sur.

Durante su trayecto el piloto fue transmitiendo cada 3 minutos a la base información sobre su situación, hora, velocidad sobre el suelo y rumbo. Previamente, Gordillo, a bordo del RV8, había sobrevolado secuencialmente el Atlántico Sur, el Amazonas, la zona tropical americana, el medio oeste americano, Canadá, el Polo Norte, hacia las Islas Svalvard en el Ártico, Noruega y parte de Europa hasta llegar a Madrid.

El Instituto Interuniversitario de Investigación del Sistema Tierra en Andalucía y la Universidad de Granada, en colaboración con la firma Aerosol d.o.o., entregaron el soporte científico al vuelo realizado por el piloto Miguel Ángel Gordillo alrededor del planeta, que concluyó sobrevolando el Polo Norte en un avión ligero. El proyecto cuenta con el soporte del Ministerio de Fomento, Acciona, el Colegio de Pilotos y el Real Aeoroclub de España.

El avión ha estado equipado con un mini-aethalómetro A33-avio, de la firma Aerosol d.o.o., capaz de medir en vuelo propiedades del aerosol atmosférico, con las que se puede detectar la presencia de polvo mineral de desértico o de hollín, determinar la concentración de hollín discriminando si su origen es quema de biomasa o quema de combustibles fósiles.

El monitoreo del hollín en lugares remotos es importante para conocer el impacto de este tipo de aerosol en el clima. Los datos registrados en el vuelo están siendo analizados en la actualidad, y permitirán alcanzar un mejor conocimiento sobre este agente del calentamiento global.