El conductor de televisión, Rafael Araneda, y el economista Paul Fontaine son algunos de los rostros que son parte del polémico proyecto inmobiliario que se pretende instalar en la cueca del Lago Panguipulli, región de Los Ríos.

Se trata del proyecto “Bahía Panguipulli” el cual pretende, en una extensión de 140 hectáreas ubicadas en la península de Puyumen, ejecutar la urbanización de este sector en 70 parcelas de 5 mil metros cuadrados cada una.

La iniciativa está gestada por Claudio Cordero, diseñada por el arquitecto Gonzalo Mardones y apoyada por conocidos como Araneda y Fontaine.

Según consigna La Segunda, el proyecto ha provocado una verdadera batalla inmobiliaria tras una denuncia presentada en la Superintendencia de Medio Ambiente (SMA) en Los Ríos debido a la falta de una evaluación ambiental previa.

La acusación, presentada por el médico Vito Copraro, se refiere tanto a los problemas viales, debido al tránsito de camiones de carga, como a la poca claridad respecto a su sistema de tratamiento de aguas servidas.

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Con la acción judicial se pretende iniciar un proceso de investigación y posterior sancionatorio, además de determinar medidas provisionales destinadas a evitar un daño inminente en la zona y en el lago producto de las obras.

Recordemos que en agosto pasado, el proyecto también fue rechazado por la Corporación de Adelanto Amigos de Panguipulli, agrupación que fomenta el desarrollo en la zona y está encabezada por el empresario Aníbal Montero. También está compuesta por conocidos empresarios como Nicolás Ibáñez, Wolf von Appen, Isidoro Quiroga, Peter Hill, Paola y Jean Paul Luksic y León Avayú.

El grupo acusa la ausencia de un estudio de impacto ambiental de la iniciativa de desarrollo urbano.

La polémica

El arquitecto del proyecto argumenta que cuentan con todos los permisos que exige la ley. Mientras que Cordero asegura que el proyecto no contamina el lago y respeta su entorno.

Asimismo, asegura que los detractores tienen una visión distinta por que afectaría su lugar de veraneo. De hecho, Fontaine envió una carta a El Mercurio asegurando que los empresarios tienen doble estándar por no tener en sus campos las medidas de mitigación ambiental que sí tendría la Bahía de Panguipulli.