A casi un año de detectados los primeros casos de contagios por Coxiella Burnetii o Fiebre Q se mantiene alerta sanitaria para 3 regiones y la Provincia de Osorno mantiene a 170 pacientes bajo monitoreo constante.

En conversación con Radio Bío Bío, la secretaria regional ministerial de Salud, Scarlet Molt, realizó un balance del trabajo que se ha realizado a la fecha, informando que de acuerdo a los datos levantados hasta el 19 de abril son 101 los casos sospechosos y bajo evaluación.

Una de las primeras preocupaciones de las autoridades fue por una de las características de la patología, que tiene la complejidad de manifestarse meses después del contagio, lo que limita las acciones al minuto de querer pesquisar el total de pacientes enfermos.

Consultada por la agilización de recursos para continuar trabajando en la materia, Molt señaló que aún se mantiene activa la alerta sanitaria en favor de regiones de La Araucanía, Los Ríos y Los Lagos, facilitando recursos técnicos, profesionales y monetarios que ello implicaba.

La duda que persiste se relaciona con la operatividad del Banco de Sangre al interior del Hospital Base San José de Osorno, donde la autoridad regional de Salud explicó que por el momento se mantienen las restricciones impuestas hasta nuevo aviso.

Los primeros antecedentes surgieron a mediados de 2017 cuando pacientes -principalmente provenientes de Puerto Octay- consultaban por estados febriles extremos, lo que dio paso a una serie de especulaciones sobre lo que ocurría al interior del Hospital Base Osorno.

Dudas por contagio

Contagios por Hanta, Meningitis, Neumonía fueron parte de la gama de posibilidades que se evaluaba sin que las autoridades informaran objetivamente de ello, optando incluso por tildar la situación como un hecho relativo a casos por neumonia atípica.

Tras semanas de estudios, finalmente se concluyó que se trataba de pacientes principalmente ligados al mundo agrícola, quienes tras al tener contacto con animales se habían contagiado con Coxiela Burnetii o Fiebre Q.

La bacteria era trasmitida por fluidos de bovinos -como orina, heces o los eliminados a través del parto- a las personas.