El permanente reclamo por malos olores de vecinos de distintos sectores de Osorno llevó a replantear la necesidad fiscalizar el paso de camiones que se dirigen al vertedero en Curaco.

Lo anterior en respuesta a los malos olores en distintos sectores de Osorno, que se deberían a la filtración de líquidos percolados desde el sistema de transporte.

Se trata de una sustancia maloliente de color negro -conocido también como lixiviado– resultante de la descomposición o putrefacción natural de la basura, muy parecido a las aguas residuales domésticas, pero mucho más concentrado.

El alcalde de Osorno, Jaime Bertin, aseguró que no le consta que esta situación ocurra en la ciudad, y si así fuese, existe una normativa clara y sobre todo una fiscalización deficiente.

La autoridad dijo que aunque existan reclamos, no se puede detener la operatividad del vertedero.

De hecho, Bertín indicó que no hay posibilidad de buscar vías específicas para el paso de camiones que trasladen residuos y los que filtren algún desecho líquido es sencillamente porque no cumplen con la normativa

Mauricio, auditor de Radio Bío Bío, también fue testigo de un episodio contaminante por un camión que filtraba líquidos percolados.

La situación deriva en un llamado a los organismos públicos que tienen la misión de fiscalizar.