Como un inesperado y llamativo giro calificó José Manuel Rosas, vocero de la comunidad de fieles cristianos católicos de la diócesis de Osorno, las palabras del arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, quien cuestionó la permanencia del obispo Juan Barros.

Esto en el desarrollo de la Asamblea Extraordinaria que realizó el clero chileno, en torno a la carta que envió el Papa Francisco en donde pidió perdón y reconoció el desconocimiento de la mala situación por la que pasa la iglesia católica en Chile.

En ese sentido, Rosas, llamó a los altos cargos de la institución eclesiástica a guardar silencio y a esperar el dictamen que tomará el pontífice posterior a la reunión con los obispos en el Vaticano.

Asimismo, indicó que estos discursos contradictorios solo demuestran la poca colegialidad que existe en la Conferencia Episcopal.

Además, no descartó que el Papa Francisco realice acciones concretas dentro de la Iglesia Católica chilena, luego de la reunión que sostenga con los obispos en Roma.

Por último, manifestó que la conferencia episcopal es la culpable de la separación de los laicos en la sociedad.