Los laicos organizados de Osorno continúan cuestionado las declaraciones del papa Francisco, sobre su desconocimiento de antecedentes o personas que acusan al obispo Juan Barros de encubrimiento de los abusos sexuales del cura Fernando Karadima.

La carta que en 2015 entregó Juan Carlos Cruz a la Nunciatura Apostólica en Chile y posteriormente al cardenal de Boston, John O’Malley, nuevamente salió a la palestra, más aún cuando transcendió que efectivamente habría llegado a las manos del Papa.

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Desde los Laicos Organizados enfatizaron que es precisamente tal misiva la que funda el nacimiento de la organización.

Mario Vargas, vocero de la organización que busca la salida de Juan Barros como obispo de Osorno, reconoció que si bien no existe un antecedente actual o jurídico que acredite que Juan Barros encubrió los abusos de Fernando Karadima, considera que la carta de Cruz es un antecedente que el Papa no puede desconocer.

Vargas hizo ver que además existen investigaciones de la propia justicia chilena sobre el tema, donde se demostraría la vinculación de Barros con el encubrimiento de los abusos de Karadima. Sin embargo, por la gran cantidad de años que pasaron entre los hechos denunciados, quedaron finalmente prescritos.

De hecho advirtió que la carta de Cruz podría ser decisiva en la investigación que el obispo de Malta, Charles Sciclunna, desarrollará en Chile por la situación de Barros, ya que podría finalmente determinar la salida del obispo de Osorno, a juicio de Vargas.