Integrantes de la Organización de Laicos Organizados de Osorno lamentaron que tengan que protestar durante la visita del papa Francisco a Chile. Aseguran que tocaron todas las puertas, pero no fue posible conseguir una cita con la autoridad religiosa con tal de hacerle ver la división del catolicismo en la ciudad.

Así lo planteó un integrante de la organización, Felipe Navarrete, quien detalló las puertas que tocaron para conseguir el difícil objetivo de evidenciar a Francisco lo que se provocó con la designación de Juan Barros como obispo local.

Respecto a una posible mala reacción de la comunidad católica ante las protestas que realizarán en las ceremonias del papa Francisco en Santiago, Temuco e Iquique, Navarrete dijo que confían en que la crítica a los abusos sexuales de la iglesia es transversal.

Insistió en que ir a protestar no es un berrinche, sino que serán acciones que la propia jerarquía católica provocó al someter al secretismo la realidad de Osorno.