De visita en Osorno, el exdirector del Complejo de Laboratorios y Estaciones Cuarentenarias del SAG en Lo Aguirre, donde se reportó el primer brote de fiebre Q en 1998, aseguró que el animal que está enfermo pero sin síntoma, contamina poco. “Habría que besarlo para contagiarse”, señaló.

Daniel Claro indicó que cuando se detectó el primer brote en Chile, fue de una complejidad mayor. Ahora, en tanto, hay otros mecanismos de combate.

Frente al proceso de contagio, añadió que debe ser un contacto extremadamente directo como darle un beso, para resultar contagiado en el animal asintomático.

El punto de mayor complejidad, es que la persona que resulta contagiada presenta cuadros febriles intensos -similares a una gripe- y que si el equipo médico que lo atiende no es capaz de advertir la patología, difícilmente recibirá un tratamiento adecuado.

La enfermedad se puede tornar gravísima o mortal si el paciente tiene deficiencias respiratorias o cardíacas. Afortunadamente, dijo Claro, en Chile no hay antecedentes de decesos por ello.

Frente a la prohibición de exhibir animales durante el evento de este fin de semana en Osorno, el exdirector señaló que se han jactado de tomar 4 mil muestras en la zona, pero no fueron capaz de tomar 300 a los animales que llegarían al recinto.

Concluyó que es una enfermedad bastante menos complicada que el Hanta -que tiene un índice mayor de fallecimientos- y aún así no está la prohibición de acercarse a parques nacionales ni zonas rurales o de camping.