Lamentando la irrefrenable pérdida de oficios, profesiones y ocupaciones antiquísimas, Arnoldo Torrealba, secretario administrativo de la Sociedad Unión de Artesanos, analizó el aporte histórico de la organización en el desarrollo de la provincia, en el contexto del Día Nacional del Artesano.

Así lo expresó, el representante del denominado “Club de Artesanos” de Osorno, quien señaló que el avance de la producción en masa, la mecanización y la importación de productos desde el extranjero, poco a poco han hecho desaparecer profesionales que históricamente fueron un aporte fundamental para el crecimiento de la zona.

Tal como expresó el pasado 3 de octubre, cumplieron 126 años de presencia en la provincia, donde desde su conformación inicialmente realizada por talabarteros, joyeros, herreros, zapateros, sastres, ebanistas, cocheros, afiladores, entre muchos otros, se trabajó tanto por asegurar el bienestar de sus integrantes, como también el de la comunidad en general, apoyando a la zona ante la ocurrencia de catástrofes naturales y otros eventos.

Asimismo, desde sus anales se han prestigiado de ser el espacio que ha recibido a grandes autoridades nacionales y donde entre sus integrantes y dirigentes contaron con alcaldes como Rafael Saez Cocura o Cipriano Uribe Rosas; también regidores y autoridades de diversa índole, situación que incluso hasta hoy se mantiene.

Situados en la actualidad en calle Mackenna, Torrealba recordó que durante su historia contaron con una escuela, una biblioteca y un club social, algunos de los cuales se mantienen, en tanto otros se perdieron en parte o su totalidad producto de un incendio de grandes proporciones que afectó a la agrupación en 1948 cuando sus dependencia estaban en calle Los Carrera.

Indudablemente, como expresó, el aporte de los artesanos a comunidad no es menor, y donde a pesar de la pérdida de muchos de estas ocupaciones, en la actualidad se mantienen vigentes como una organización presta a apoyar ante cualquier evento que pueda afectar a la comuna o la provincia, aseguró.