Concluyó el juicio por parricidio frustrado llevado en contra de una madre que fue condenada por apuñalar en reiteradas oportunidades a su hijo de 9 años cuándo éste dormía, además de intentar asfixiarlo.

La mujer fue sentenciada a 10 años y 1 día de custodia familiar (estará bajo el cuidado de su madre) y a tratamiento psiquiátrico en un centro especializado en Osorno.

La fiscal jefe María Angélica de Miguel, entregó detalles sobre el juicio, donde dijo, solicitaban una pena similar a la dictada.

Ello, a pesar que la defensa de la imputada solicitó a los jueces recalificar los hechos a un parricidio tentado. Vale decir, que la mujer si bien atacó a su hijo, no tenía intención de darle muerte.

Aún así se le brindó la posibilidad de cumplir la pena en libertad, quedando la imputada bajo tutela de su madre y con la condición que el centro tratante cada 6 meses debe informar si ésta se somete a los tratamientos.

Se trata -dijo la fiscal- de un caso más que complejo, considerando que la mujer fue diagnosticada con esquizofrenia paranoide, sin embargo no recibió un “tratamiento oportuno y óptimo” porque primero fue diagnosticada con depresión.

Su patología mental al no se tratada, fue en aumento hasta provocar la crisis que la llevó a atentar contra la vida de su hijo, dijo.

Dentro de las preocupaciones para los querellantes era saber si el tribunal recalificaría a parricidio tentado, lo que significaba dictar penas notablemente inferiores a las solicitadas.

Afortunadamente dijo, el Tribunal compartió la postura del Ministerio Público, ello a pesar de lo complicado del caso ya que involucró diréctamente a una madre y su pequeño hijo.