Con monitoreo constante por parte de un equipo de salud intra penitenciario, se mantiene un reo que el pasado 15 de septiembre inició una huelga de hambre, acusando que la causa que lo mantiene como imputado no ha sido ejecutada debidamente.

La información fue confirmada por el alcaide subrogante del centro de cumplimiento penitenciario (CCP) Romen Mendoza, quien relató que según el último chequeo médico, el hombre ya ha bajado 10 kilos en estas dos semanas.

Lo anterior, tras rechazar la comida fiscal que diariamente se le entrega, llevándolo incluso a sufrir una descompensación que obligó su traslado -por parte de un equipo SAMU- hasta el Hospital Base de Osorno.

Según los datos, el hombre, a través de un escrito, señaló que tomó la medida de presión porque asegura, fue acusado por un delito que no cometió y porque a pesar de no existir pruebas en su contra, lo mantienen privado de libertad.

El oficial de Gendarmería, aclaró que el reo -que se mantiene en el módulo 2 de condenados de alto compromiso delictual- es el único en la unidad local que mantiene una medida de presión de éstas características y donde si bien ha rechazado recibir la comida fiscal, tampoco, dijo, existe una certeza que la huelga sea cumplida al 100%, ya vez que las familias les llevan alimentación durante los días de visita.

Aun así, al evidenciar una baja de peso, es menester de los equipos mantener una vigilancia permanente, por las descompensaciones que pueda padecer.

De acuerdo a los datos recabados, el hombre se mantiene en calidad de condenado por el delito de robo con violencia e infracción a la Ley de drogas, restándole 275 días tras quebrantar su condena, al fugarse cuando era parte del Centro de Estudios y Trabajo (CET).