El movimiento de Laicos de Osorno rechazó la reacción del Comité Permanente de la Conferencia Episcopal, a propósito de lo ocurrido en el Te Demu de Fiestas Patrias.

Con una declaración de siete puntos, el movimiento rechazó las manifestaciones donde presentaron pancartas y vítores, nuevamente en alusión a la renuncia del obispo Juan Barros Madrid.

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En respuesta a lo anterior, partieron mostrando su rechazo a ser desconocidos como miembros de la iglesia, y discrepan de haber “irrumpido” en el servicio religioso, cuando en realidad eran parte de él.

También señalan haber esperado que en primera instancia el Comité Permanente hubiera reconocido el dolor que causa la presencia del cuestionado obispo.

Añadieron que discrepan el tenor del rechazo, dado que aparece un grupo de pastores decidiendo por los laicos, cuando recalcan que tienen pleno derecho a pronunciarse sobre un tema de alta complejidad. A través de su vocero Mario Vargas, consideraron destempladas las criticas.

Asimismo, Vargas indicó que lo único que se logra con este tipo de reacciones es evitar el diálogo, y por tanto las acciones de protesta seguirán, entendiendo que la próxima visita papal sera clave a la hora de plantear su equivocación –afirman– en la nominación de Juan Barros Madrid, a quien acusan de encubrir los abusos cometidos por Fernando Karadima.

Por último, el movimiento de Laicos y Laicas de Osorno terminó preguntando a los obispos y líderes católicos de la Conferencia Episcopal, respecto al afán de respaldar ahora al obispo de la diócesis local, luego que ellos mismos se marginaron de la ceremonia de asunción el 21 de marzo de 2015.