El mercado de la Papa es uno de los principales sectores productivos del país, con más de 50 mil hectáreas de cultivo registradas anualmente -siendo el cuarto mayor cultivo en superficie- y el que reúne al mayor número de agricultores, con cerca de 60 mil a nivel nacional.

Al ser mayoritariamente pequeños agricultores quienes sustentan la producción, la falta de apoyo estatal y políticas publicas destinadas a fomentar la inversión es la mayor preocupación, ya que aseguran que año a año hay un deterioro del mercado, el que se refleja en los costos de producción y venta.

En la actualidad está destinada casi totalmente al mercado interno, siendo uno de los principales alimentos de la dieta de los chilenos, con incluso variedades nativas que constituyen un patrimonio genético y cultural del país.

Luis Miquel, presidente del Consorcio de la Papa Chile SPA, afirmó que a pesar de poseer un mercado dinámico, este es muy pequeño en la actualidad, lo que se traduce en una rápida saturación y donde la falta de una industria imposibilita la mirada hacia mercados extranjeros.

Para el dirigente, la falta de políticas públicas dirigidas al fomento de la industria se traduce en que las buenas cifras en términos productivos se pierda.

Víctor Hugo Gómez, presidente de la Asociación Chilena de la Papa, apunto a los efectos del mercado sobre el precio y por sobre todo el escaso apoyo estatal para su fomento, así como la contradicción respecto a la cantidad de producto procesado que es importado al país.

La producción nacional se encuentra radicada principalmente entre las regiones de la Araucanía y Magallanes. Los agricultores se reunieron recientemente en Osorno a fin de evaluar la situación nacional y las posibles acciones a seguir.

Andres Duval, director regional del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) en los Lagos, dijo que la importancia de este sector productivo no es menor para la zona, debido principalmente al reconocimiento nacional e internacional.

Las cifras en importación de este producto procesado son millonarias, ante el cual no pueden competir al no poseer un sector productivo industrializado que de valor agregado a la producción nacional, manteniéndose la paulatina depresión de los precios y la saturación del mercado.