Luego de siete meses del terremoto en Chiloé, el camino que une Queilen con Chonchi aún presenta una importante fisura.

A la altura del cruce Pilpilehue, la calzada presenta una grieta de varios metros, lo que dificulta el tránsito de los vehículos que se desplazan entre las comunas.

El alcalde de Queilen, Marcos Vargas, manifestó su preocupación por esta fisura, indicando que el riesgo de accidentes aumenta considerablemente.

El alcalde de Chonchi, Fernando Oyarzún, aseguró que la comuna no es la excepción al deficiente estado de los caminos en el archipiélago.

Radio Bío Bío intentó comunicarse con la dirección provincial de Vialidad, sin éxito hasta ahora.

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