Puertomontinos hicieron un duro diagnóstico de la ciudad. Suciedad, falta de áreas verdes, delincuencia, mal estado de veredas y exceso de vendedores ambulantes son sólo algunos de los problemas.

“Puerto Montt da pena”, con esta frase algunos ciudadanos se mostraron disconformes con la cara que muestra la capital a los turistas. Aseguran que se mojan más producto del mal estado de las baldosas que por las lluvias y aseguran que calle Varas se transforma en una “boca de lobos” durante la noche, desde calle Valdivia en dirección al terminal de buses.

Una de las vecinas, Marcela, expuso que algunos de los patrimonios de la ciudad, como los trenes, se encuentran completamente deteriorados.

Víctor trabaja en la industria turística y relató con tristeza que los visitantes comentan que no vale la pena venir a Puerto Montt.

Algunos de los vecinos apuntan a la falta de servicios en la ciudad, dando como ejemplo que un fin de semana no hay ninguna casa de cambio abierta y faltan estacionamientos para los buses que transportan a los visitantes.