Osorno enfrenta su cuarta preemergencia ambiental, por lo que organizaciones ambientales de la ciudad cuestionan la eficiencia del modelo de gestión que sigue dependiendo de factores atmosféricos.

Así lo expresó Ricardo Becerra, presidente de la red ambiental ciudadana de Osorno, quien planteó que recurrentemente han presentado sus observaciones a la autoridad.

A su vez, Becerra dijo que creen que un tema tan relevante como son los altos índices de contaminación en la comuna no debería depender de factores ambientales y atmosféricos para determinar la generación de episodios críticos.

Tal como indicó, se han realizado avances por parte de las autoridades para mejorar el sistema -en su segundo año consecutivo-, pero consideró que todavía les falta trabajo, sobre todo en aspectos como la falta de información y medidas que impliquen un real avance en términos de reducir la contaminación ambiental.

Según planteó, es preocupante que ya se registren cuatro preemergencias en la comuna en lo que va de este mes, siendo las últimas tres en menos de una semana y donde, lamentablemente, el modelo predictivo sigue dependiendo de factores externos a la administración y gestión gubernamental, como por ejemplo de la lluvia o de los índices de ventilación.

Asimismo, cuestionó que el modelo predictivo considere veinticuatro horas previas de registros altos ya que, a pesar de registrar índices tóxicos a la salud en calidad de “Emergencia” a través del sistema nacional de calidad del aire (Simca), tales alertas no son decretadas.

Lo anterior pone en riesgo a la comunidad, que sigue realizando actividades deportivas a pesar de los altos índices de contaminación

Por lo mismo, cuestionó las cifras estadísticas entregadas a la comunidad, comprendiendo que es necesario fortalecer la educación e información sobre la utilización de leña como principal medio de calefacción.

Finalmente, según planteó, se ha avanzado paulatinamente en este modelo predictivo pero aun resta asumir medidas concretas que realmente signifiquen una evolución en la ciudadanía en cuanto a lo que se contamina, la trasferencia a otras fuentes energéticas y la responsabilidad ante episodios de altos niveles de contaminación que afecten directamente a la salud.