Se trata de 28 familias que recibieron el año pasado el subsidio emergente y vulnerable del Servicio de la Vivienda y Urbanismo en Osorno, quienes fueron contactadas por la inmobiliaria Socovesa, que les tramitó la asignación de viviendas en el conjunto Brisas de Mirasur.

Los beneficiados hicieron todos los trámites legales para poder concretar definitivamente el sueño de la casa propia, incluso, visitando y eligiendo sus viviendas en el proyecto inmobiliario ubicado al final de avenida República.

Todo su problema comenzó días después, cuando se enteraron que el Serviu ya había designado las viviendas a otro comité habitacional, dejando a estas 28 familias “en la calle”.

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Según indicó la vocera de los afectados, Carolina Quintana, el mayor problema es que a pesar de las diversas reuniones, nadie les ha dado una respuesta satisfactoria.

A la vez, afirmó que muchas de estas familias dejaron de arrendar o bien, quienes se mantenían como allegados, abandonaron las viviendas de sus familiares. Lo peor, dijo, es que dejaron de buscar otro proyecto para la adquisición de una vivienda y hoy no tienen ninguna solución.

Con este escenario, el director regional del Serviu, Hardy Grandjean, se traslado a Osorno para buscar una solución planteando tres alternativas, pero no hubo acuerdo.

Si bien no quiso adelantar nuevas opciones, Grandjean dijo que estudian una salida al complejo escenario que se generó a causa de una confusión en la que incurrió la inmobiliaria.

Lo cierto es que las 28 familias optaron por salir a la calle, movilización tras la cual recibieron llamados de Socovesa y donde Carolina Quintana espera conocer la próxima semana otras opciones que les permita terminar con el conflicto, puntualizó.

Desde el Serviu aseguran que no hay un problema entre esa repartición y la inmobiliaria y que dentro de la próxima semana esperan acercar posiciones con las familias reclamantes en la idea de ofrecer una nueva opción que de por terminado el conflicto.