El rector de la sede en Osorno de la Universidad Santo Tomás, Eugenio Larraín, defendió la educación superior de carácter privada, aún cuando reconoció que esperan ser incorporados a la gratuidad. El problema que tienen actualmente es, precisamente, la cantidad de años de acreditación exigidos, que son cuatro.

A través de una columna de opinión, Larraín destacó la influencia de la educación privada desde 1980, alcanzado en la actualidad más del 75% de la totalidad de estudiantes del país.

Todo ello tras la adaptación del sistema con una mirada al acceso, que va desde una mayor oferta de carreras; heterogeneidad en el cobro de aranceles y diferentes sistemas de financiamiento, entre otras, aseguró en conversación con La Radio.

Sin embargo el debate sobre la educación que fustigó el lucro constatado en instituciones privadas, también generó cambios serios, provocando que la gratuidad conseguida presente exigencias altas sobre todo en la cantidad de años de acreditación.

Según Larraín, los cuatro años solicitados son demasiados, de ahí a que muchas entidades no los hayan conseguido, sobre todo privados.

Pese a ello aseguró que entidades estatales que no cumplieron tal requisito sí consiguieron la gratuidad.

El rector de la Universidad Santo Tomás sede Osorno, además aseguró que otro de los conflictos que tienen con la reforma a la educación superior es respecto a los mecanismos y entidades de control a los que deberán quedar afectos de someterse a la gratuidad, los que asegura, desconocen.