Ninguna de las 5 líneas de taxis que operan en la ciudad de Osorno subirán, por ahora, sus tarifas, a pesar del alza que ha estado afectando a la bencina. El escenario podría variar si los valores aumentan todavía más.

La negativa al incremento de los pasajes, en contraposición a los precios el combustible -el de 97 octanos promedia los $835 en la zona-, se entendió como un llamado a la tranquilidad desde el sector taxista hacia la comunidad.

El representante de las líneas osorninas, Humberto Ulloa, manifestó que los incrementos en el valor del litro en sus distintos octanajes, aún se puede absorber por parte de los empresarios del sector. Aunque las tarifas sí podrían variar, si es que los precios del carburante se acercan aún más a los mil pesos.

Otro aspecto que contribuye a la imposibilidad momentánea de un reajuste, según Ulloa, es la renovación del parque vehicular en el sector que alcanza un 20% de los más de mil máquinas que circulan en la ciudad.

El dirigente finalizó aclarando que cada empresario es autónomo en la adopción de medidas como un eventual reajuste que, hasta ahora, no ofrece novedades.